La pasión por el fútbol es inmensa. Son muchas las personas que sienten profundamente este deporte, el cual une a muchas familias y puede sacar cosas buenas de las personas. Niños se desarrollan en torno al juego, por el cual pueden construir una vida para ellos y los suyos, o el cual solo usan para divertirse.
Los medios, la educación, la familia, las amistades, el contexto donde vivimos, las conversaciones, todo ello se ve afectado de alguna manera por esta disciplina. Lastimosamente, esta pasión por el fútbol es desfigurada y lleva a algunos al fanatismo, a la violencia, tan perjudicial para el mismo juego.
Para que analicemos juntos el amor por este deporte, miremos algunos pensamientos sobre la pasión por el fútbol, la cual se vive en gran parte del planeta.
La pasión por el fútbol según el contexto
Creces con lo que te enseñaron en tu contexto, ¿no? Este es un deporte que practican niños de escasos recursos, de extrema pobreza, que patean balones hechos con diferentes materiales. Lo viven también los más privilegiados, quienes pueden cambiar de balón en cualquier momento. Algo comparten estos mundos tan instantes: la pasión por el fútbol.
Vemos en las calles personas de todas las edades y estratos con camisetas de equipos, sean de su tierra o lejos de ellas. Hay partidos entre amigos, colegios, universidades, compañeros de trabajo, desconocidos… todos comparten esa pasión por el fútbol. Rumbo a los estadios y en ellos hay mucho movimiento, para algunas personas es esperado toda la semana y puede volverse estresante, porque un jugador se comió un gol prácticamente hecho.
Entiendo la frustración, la ira, la tristeza, la decepción, la impotencia, que muchos crean que pudieron haberlo hecho mejor. Pero también comprendo la imperfección del humano, hasta los más cracks se comen un gol debajo del arco. Aun así, admito pensar o decir que ¡cómo se va a comer eso! En mí está esa pasión por el fútbol, por la destreza, la creatividad, el entrenamiento, la capacidad humana, no por ninguna camiseta.
La pasión por el fútbol es mundial, continental, nacional, departamental, citadina, barrial, colegial, empresarial y más. De él hablamos porque se siente mucho en Latinoamérica, es el deporte más popular en casi todo el continente, pero no olvidemos que no a todos les importa. Por ejemplo, en los Estados Unidos, mega potencia en muchos ámbitos, está muy lejos de ser popular, así Messi esté en el Inter Miami.
Sin duda su figura mueve mucha gente y dinero, pero está en un contexto que no siente la pasión por el fútbol, aunque es cierto que hay personas que lo aman, hay escuelas, fuertemente apasionados. Digamos que sí hay pasión, pero el país parece no cuajar con este deporte, aunque es verdad que digo que no cuaja porque crecí en un contexto diferente.
Genética, medios y dinero en la pasión por el fútbol
Hace poco menos de 20 años iba al estadio con mi papá, como hacen muchos padres e hijos. Era hincha del Nacional de Medellín, en gran parte por herencia, tenía una pasión por el fútbol genética y contextual. También fui con amigos, a veces a la tribuna Sur, la de la barra. Además, era seguidor del Arsenal, del Real Madrid, del Inter y de Boca, equipos que acompañaron gran parte de mi vida y la de muchos.
Fui hincha de esos clubes porque tenía la facilidad de verlos en la televisión, en Caracol, RCN, ESPN y Fox Sports repartían entretenimiento, aunque en aquel momento no todos tenían acceso a los canales. Hoy son más poderosos y están en más partes. Fueron parte de mi crecimiento y de muchos porque en el contexto estaba la pasión por el fútbol, combinada con telenovelas, concursos, noticias, etc.
Hoy en día no siento afinidad por ningún equipo, ya no soy hincha, mi pasión por el fútbol se mueve de otra manera. En gran medida, este cambio es por analizar varias cosas de los equipos ultracapitalistas, que mueven cantidades exorbitantes de dinero, gastan millonadas, ¡cada vez más! Los canales también forman parte del engranaje que mueve tal capital, pero circunstancialmente llego a ellos, pues porque tienen los partidos.
La pasión por el fútbol es conducida por algunos, megamillonarios y medios que mueven sus fichas para que el negocio funcione, para que generen y gasten dinero a diestra y siniestra, en un juego que aman tantos, quienes visten a sus hijos recién nacidos con camisetas de equipos y consumen tales canales. Cosas no tan buenas que son hasta explícitas.
Pero más allá de eso, de los problemas que en este deporte suceden, veo partidos solo o con mi papá, videos en las redes, busco cosas referentes al juego. Disfruto, me siento fascinado por jugadas, analizo, comento con él, conmigo mismo, critico a comentaristas que hablan más con el corazón que con la cabeza y se olvidan de la imparcialidad, de ver la capacidad humana y hablar de ella sin color de piel, estrato, escudos, banderas y demás.
Mi pasión por el fútbol es por todo lo que se puede ver en él, no solo en lo deportivo y pasional. En las calles, en las familias, en las redes… en tanto se mueve este deporte, por lo que en algún momento se topa la gente con él, sea de su gusto no. Aprovecho para decir que es importante escuchar y dejar tranquilo al que no le gusta. El no ser parte y no estar de acuerdo es importante en la sociedad.
¿Violencia en la pasión por el fútbol?
Ya hablamos del contexto y más, pero hay algo que hay que tener muy presente. El tiempo corre, la vida cambia, pero pareciera que no lo hicieran algunos. Mucha gente valora más una camiseta de fútbol que a su integridad y la de los demás. Ese fanatismo perjudicial pareciera que es cada vez peor. Riñas en tribunas, entre los jugadores, fanáticos contra futbolistas, lanzamiento de objetos, objetos cortopunzantes en las gradas.
Sin duda se ha mejorado mucho, hace unos años era difícil ver una hinchada visitante tranquila en un estadio, hoy en día hay mucha integración, pero lastimosamente la pasión por el fútbol, por el deporte, por lo bueno que puede llegar a ser, se empaña por los actos violentos de algunos, y es algo que no se puede ignorar. En Colombia sucedió un acto violento hace poco. Explico lo sucedido en Sanciones al Nacional: ¿Qué dijo la Dimayor?
Pasa en todo el mundo y en este continente es normal que haya violencia en los estadios, pero no toda es por peleas. La gente no la quiere, pero hay mucho cántico racista, xenófobo, machista, señalamientos, discriminación y más de quienes dicen ser la buena pasión por el fútbol. Está por ejemplo el caso de Violencia en la CONCACAF: la agresión en Honduras y la respuesta mexicana.
Muchos padres educan a sus hijos gritando a una pantalla o en un estadio cosas discriminatorias, normalizándolas, muchos amigos lo hacen parte de su amistad, la gente se deja llevar y se une en actos condenables.
Eduquemos en la pasión por el fútbol besando un escudo desde siempre y para siempre o sin ser hincha. Es bueno admirar la capacidad del ser humano para mover la pelota y hacer maravillas con ella. Además, la pifia, los errores, los encontronazos deportivos también hacen parte del juego. Disfrutemos de las virtudes y los fallos futbolísticos, sin olvidar lo malo y lo bueno de este deporte, lo contextual.