La noche del 18 de noviembre de 2009 se grabó en la memoria colectiva de los amantes del fútbol, especialmente en el corazón verde de Irlanda.
No fue un golazo de antología, ni una parada imposible lo que marcó esa jornada, sino una acción tan humana como antideportiva, tan sutil como trascendental: la mano de Henry contra Irlanda.
¡Esto fue lo que sucedió ese día!
La ilusión verde
Irlandeses y franceses se jugaban el pase al Mundial de Sudáfrica 2010 en un repechaje agónico. Tras un partido de ida ajustado en Irlanda, el cual quedó 0-1 a favor de Francia, la vuelta se disputaba en Paris.
El ambiente en el estadio era increíble, más que todo para los franceses, que ya se veían clasificados al Mundial. Pero llegó Robbie Keane, goleador estrella, quien puso a Irlanda en ventaja, desatando la euforia irlandesa.
Parecía que la hazaña era posible, que el espíritu irlandés doblegaría a la poderosa Francia.
El momento que cambió la Historia: la mano de Henry contra Irlanda
El fútbol tiene giros inesperados y no siempre justos. En el minuto 103 de la prórroga, con el partido a punto de irse a penales.
Un balón largo llegó al área irlandesa y sucedió algo que le dio la vuelta al mundo: la mano de Henry contra Irlanda, de uno de los mejores de la historia.

Todo el mundo la vio menos los jueces. El famoso y talentoso delantero francés controló la pelota con la mano. Sí, con la mano, no fue un toque sutil e involuntario, sino un gesto claro, con la intención de acomodarse el balón.
Con esa ventaja ilícita, Henry centró la pelota hacia William Gallas para que anotara el empate. Este gol significaba la clasificación de Francia al Mundial de Sudáfrica 2010 y la eliminación de Irlanda.
La explosión de la indignación
El pitido final resonó en el estadio como una sentencia. La alegría francesa contrastaba con la incredulidad irlandesa, una rabia se extendió como una ola imparable entre jugadores, cuerpo técnico y afición.
La repetición de la jugada en las televisiones no dejaba lugar a dudas. La mano de Henry contra Irlanda era evidente, innegable. A los irlandeses se les arrebató el sueño mundialista, fue un golpe bajo al espíritu del deporte.
La mano de Henry contra Irlanda: debate nacional y disculpa tardía
La indignación trascendió el ámbito deportivo. Se convirtió en un asunto de debate nacional en Irlanda, llegando a los titulares de los periódicos y a los discursos políticos.
Se exigieron explicaciones a la FIFA, se pidió la repetición del partido, se clamó por justicia. La herida era profunda, no solo por la ausencia en el Mundial, sino por la sensación de impotencia. Se comentó que la FIFA pagó a Irlanda para que no hablara, como se dice en este articulo de Infobae.
Thierry Henry, un jugador muy respetado y admirado a nivel mundial, se vio envuelto en una enorme polémica. Días después emitió una disculpa pública reconociendo la infracción, pero el daño ya estaba hecho y era irreparable.
Un símbolo de la injusticia en el fútbol
La mano de Henry contra Irlanda es un recordatorio amargo de que las acciones antideportivas no sancionadas pueden tener consecuencias devastadoras.
Henry es un jugador emblemático, de los mejores en la historia del fútbol, sin duda alguna, pero lo sucedido marcó su exitosa carrera.
Su mano para controlar el balón quedó grabada en la memoria colectiva como un ejemplo de que la injusticia puede venir de los mejores, alterar el destino de un equipo y de una nación futbolera. Algo similar pasó con ¡El gol más tramposo de la historia! Maradona y la jugada que dejó en shock al mundo.
El legado amargo de aquella noche
Años después, aquella noche en París sigue siendo un tema recurrente en las conversaciones futboleras irlandesas. Es una cicatriz que, aunque el tiempo avance, no se borra fácilmente.
Así fue como, en aquel fatídico noviembre del 2009, la mano de Henry contra Irlanda desató una tormenta de indignación aún viva.